Joven secuestrada en Comas se escapó de sus raptores

TRAS LOS CAPTORES. Efectivos policiales buscan pistas para dar con los secuestradores.

“Ayúdeme por favor, ayúdeme”, gritó desesperada Lucero Trujillo Vargas (27 años), la joven que fue secuestrada el 7 de noviembre en Comas. Una señora que pasaba por el lugar, en el asentamiento San Diego de Carabayllo, se percató de la situación. Estaba asustada y temblorosa. No era para menos. Estaba fuera de la vivienda de material noble, donde había permanecido raptada durante 72 horas, muy lejos de donde fue raptada. No se sabía nada de ella.

Sus captores habían pedido un rescate de un millón de dólares.

Era más de la una de la tarde cuando Lucero se percató que los cómplices de sus captores, los que la vigilaban, escucharon ruidos fuera de la vivienda y sospecharon de un operativo policial. Optaron por escapar y la dejaron sola. Eran los sabuesos de la Policía Antisecuestros que peinaban la zona para dar con su ubicación. No estuvieron lejos del epicentro criminal.

Pasaron varios minutos. Según fuentes de la Dirincri, la rehén contó que se dio cuenta de que sus cuidadores no volvían. Aprovechó cada segundo para liberarse de la soguilla con la que le habían atado las manos. Tras soltarse, salió a la calle.

No sabía qué dirección tomar. Luego se sabría que estaba en el Asentamiento Humano San Diego de Carabayllo. Fue allí cuando la vio la señora. Escuchó sus gritos y se acercó. Vestía un pantalón negro y una chompa beige.

Lucero Trujillo llegó a las 2 de la tarde al Departamento de Investigación Criminal (Depincri) de la comisaría de Carabayllo. Los efectivos se sorprendieron. Se identificó y explicó brevemente su escape. Estaba llorosa y asustada, pero sana y salva.

Los oficiales comunicaron el hecho al Ministerio Público de la jurisdicción. También llamaron a los padres de la joven, una familia dedicada al rubro frigorífico.

PESQUISAS

Tras el desenlace, efectivos de la Policía Nacional allanaron la vivienda, cuyo propietario es un cajamarquino, quien vive con una mujer de nacionalidad venezolana. Ninguno se encontraba en el lugar.

La Policía trata de establecer si había algún vínculo entre esta familia y los secuestradores. Hasta el cierre de esta edición, los efectivos policiales escudriñaban cada rincón de la vivienda para conocer el escenario y la identificación de los raptores, no se descartaría que fueran extranjeros.

La descripción que facilite Lucero Trujillo será clave para dar con los autores del acto criminal. De momento, la familia vive un final feliz: la joven se escapó, no hubo liberación y no se pagó ningún rescate.

Datos

Lucero Trujillo fue secuestrada por tres sujetos que llegaron hasta el local de ‘Carlita’ que ella administraba.

Los delincuentes estaban a bordo de una camioneta Toyota, color rojo metálico, reportada como robada el 5 de noviembre.

 

PERU21

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